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Cada día hago menos y soy más

Viernes noche

Viernes noche. Despedida de soltera de amiga de la infancia. Llego 30 minutos tarde. Acelero el paso. Me canturreo con asfixia la misma melodía de siempre: “tengo que cambiar, tengo que cambiaar…” mientras me acerco a grandes zancadas al punto de encuentro. Ninguna cara conocida. Deduzco que son ellas por el volumen de mujeres concentradas en la puerta de un Telepizza. Decido presentarme en la lejanía, con sonrisa exagerada y un ¡ hola! con correspondencia nula. Beso sin miramientos a toda y cada una de las allí presentes, repitiendo mi nombre como si en ello les fuese la vida. Un total de diez veces, el mínimo que necesitaría yo para recordar los suyos. Empiezo a hacer asociaciones para no olvidarlos: Ascen de ascensor, porque es alta, ya está; Ana, la que me llamó para citarme; Merche, cantante; una con cara de Raquel, otra con cara de Esther, y aquellas dos, las pijas, una se llama.. _tu nombre es Yolanda?_pregunto _psí. Se congela el tiempo y añado:_anda mira como yo! ( pero no como yo..) Oigo risas. Me toca el turno de firmar en un delantal con forma de falo. Sigo en mi línea y tardo horrores en decidirme qué poner “porque ahora estarás esposada pero no atada” y firmo rápido rellenando espacios con besos y pasando el testigo a la compañera. Firmamos todas. El rebaño decide abrirse paso dirección casa de la homenajeada. La pastora anda acicalándose pensando que tiene una cena con mi clon no clon la Yolanda. Me endosan una cámara de usar y tirar para que haga de reportera en el momento que nos abra la puerta de su casa y de su corazón. Soy la última del desfiladero de hormigas que sube por las escaleras, y cuando llego arriba temo que ya esté de vuelta del viaje de novios, pero llego a tiempo de besarla, y por sorpresa mía, se alegra y mucho. Decido tirarle una foto a su cara sonriente y otra a mis encías felices justo antes de recordar que esa cámara no la revelaré yo. La sientan, le colocan la diadema con polla de plástico, banda de miss cachonda, y le endosan un ramo de prepucios rosas. Lista. Bajamos por donde subimos y distribuyen gente en los coches. Yo me quedo fuera. Esto no me pasaba ni jugando al pañuelo en la hora del recreo. Revindico mi puesto como fotógrafo de la boda que soy: -y yo con quién voy?- pregunto mientras pienso que tendría que haber cogido el mío. Una voz con rizos acepta llevarme en su Ford fiesta rojo del año catapún al que empiezo a alabar por puro agradecimiento. Chapa impecable-le digo, mientras me dejo una hernia discal en un bache. Se sonríe. Resaltar algo objetivo siempre es un punto asegurado. Ella y las otras dos acompañantes siguen hablando de sus cosas. Todas, a excepción de las pijas y la Ascen son compañeras de trabajo de mi amiga. Todas, a excepción de las pijas y la Ascen tienen temas intrascendentalmente importantes que hablar. Todas, a excepción de la conductora de rallis, tienen menos de cuarenta y están emparejadas. Todas, menos yo, lo saben. Desacierto en preguntar, por la cara que pone, si tiene hijos, a lo que me pregunta que qué años le echo a lo que yo me precipito en decir 25, y ante su inexpresiva faz resuelvo decir "42?" Totalmente subjetivo. Desisto en querer arreglar su cara. Definitivamente le caigo mal. Decido callarme. Aparcamos y bajamos. Además de fotógrafa soy guardaespaldas de las 3 amigas. Por fin vislumbro a la Novia pero anda entre risas y sigo batallando sola. Me quiero ir. Me río. Sigo caminando un buen trecho. Podríamos haber bajado andando pero omito el comentario. Me sonrío.

Una de las salas del restaurante se abre únicamente para nosotras. Una mesa larga repleta de embutido y un radiocedé en el suelo frente a una desusa chimenea. Por fin cruzo palabra con mi amiga, y le cuento cómo he ido a parar hasta allí, mientras el gallinero sigue cacareando de fondo. Si acabase trabajando en la gestoría a la que pertenecen, lo primero que haría sería escupir al jefe e insultar al hijo, subiría los sueldos y pagaría pluses por puntualidad. Montaría un despacho sólo para la rizos y una guardería para todas las madres. Y todo por verlas cambiar de tema un ratito.

 

 

-¿En el presupuesto entra la sangría de cava?- pregunta la contable fiscal –sólo las de vino- aclara la camarera.-Y no se pueden cambiar? -No. -pues traiga cocacolas-concluye.
-...y traiga las sangrías que entran, también! – grito yo indignada por su apropiación del mando de la nave. Todas se callan, como si de una asociación de exalcohólicos se tratase la fiesta. Recuerdo que soy un polizón y añado: “para emborrachar a la novia!, hay que bebérselo todo esta noche!”

 

me pregunto:

¿dónde he dejado mi bote?

 

 

 

 

Cansadas de su monotema, deciden abrir fronteras al otro lado de la mesa, justo cuando ya me había acostumbrado a mi selfservice: mi tostadita de paté por aquí, mi queso en lonchas por allá, mis dos sangrías bien puestecitas frente a mi, a mano la que ya era mi cámara: fotos de yo y la novia; yo y la chimenea; yo y las pijas de fondo; yo y mi venganza: instantáneas sin avisar del resto de congregadas.

-Bueeno!!- emerge una voz de ultratumba-y en qué trabajáis el resto, vamos a ver?

-vendo Swarovski en el Corte Inglés. –dice la Ascen mientras se me rompe una de las tostadas que estaba untando.

yo- dice la pija clon- en el ayuntamiento de Barcelona.

- y tú?-preguntan a la otra pija

-yo en Barcelona.

- y dónde trabajas tú? –refiriéndose a mi. Tomo aire:

 

En la mayor empresa de España, qué digo: del mundo! Menudo problema con la cena de Navidad nos llevamos. Dónde conseguir un servicio de catering para tanta gente!, ay,ay.. de verdad.. y dónde congregarnos a todos? somos de un especial.. y ninguno organiza ná,oye!, yesque andamos tan escasos de tiempo!

.....

 

 

Estoy en el paro” aclaro con voz de locutora de noche.Estallan a reír. Me como el paté con los dedos y añado seria:”pero en mis ratos libres soy multiorgásmica. Me hago amigas explicando técnicas sexuales. Hay quien piensa que para tener orgasmos vaginales basta con tener vagina.. un milagro se necesita! ¿Y las que esperan correrse en la primera cita cuando realmente por lo único que se está es por esconder barriga y gracias?. Lo que hay que hacer es darle mucho a la lengua.-aclaro mientras pelo una banana_hablar mucho vaya. Come plátano, amiga!! Grito a la novia a modo de conclusión, cogiéndola por la mandíbula para hacerselo engullir asido a modo de navaja.

Acabo de salir de un exorcismo. Mi vergüenza escénica y mi aburrimiento vencidos con una puesta en escena que no podría repetir aunque quisiera. Minidiscurso bien acogido, preámbulo de la próxima media hora de monólogo. Sirvo botella de cava, enciendo la radio y nos ponemos a bailar la contable fiscal, la Swarovski, la novia y yo. Recuerdo que no me sé sus nombres y sigo bailando. Dejo mi cámara a otra para que nos tire fotos. Encantada acepta. Me sale trabajo de contable en la gestoría. Me preguntan dónde ir después y si quiero algo. -Sí: irme!!!- digo sin saber por qué.

Se ríen sin apenas escucharme.

Soy la reina del mambo.

Cada día hago menos y soy más.





 

2 comentarios

yolijolie -

Gracias A.!,
esto de aquí arriba sucedió tal cual lo cuento. Parece mentira que me siga sorprendiendo el ser humano en su lado más destarporcasa.
Un abrazo!!

A. -

Sólo dos líneas para decirte que me encantan tus historias y, sobre todo, cómo las cuentas. !!No dejes de escribir!!